Antibioticos naturales

        Sin lugar a dudas, los progresos de la Medicina han llevado al ser humano a desarrollar sustancias que permiten preservar la salud, como los antibióticos que, bien prescritos, son muy útiles. Sin embargo, el abuso puede producir resistencia bacteriana, lo que nos recuerda que también existen alternativas naturales.

      Desde que el ser humano apareció en la faz de la tierra fue susceptible al ataque de diferentes enemigos, de los cuales podríamos pensar que eran los animales gigantes que existían, no obstante, éstos no eran los más peligrosos, sino aquellos que causan enfermedades y que no pueden percibirse a simple vista. Es por ello que a través de los años se ha buscado la forma de destruirlos, labor que llevó a los científicos al descubrimiento de sustancias capaces de controlar y demoler a los gérmenes, a las que se les denominó antibióticos (del griego anti "contra" y bios "vida").
Dichos medicamentos se elaboran a partir de seres vivos, como plantas, animales y hongos, o bien, composición química derivada de los mismos, y su clasificación incluye los siguientes grupos: penicilinas, cefalosporinas, aminoglucósidos, tetraciclinas, macrólidos y sulfamidas, entre otros. También se pueden dividir en los que son capaces de eliminar bacterias y los que bloquean su crecimiento y multiplicación.
En la actualidad se ha visto que algunos ya no son tan efectivos, lo cual se debe a que ciertos microbios han evolucionado y se han hecho resistentes a la acción de los fármacos. Lo anterior responde al mal uso que se hecho de ellos, pues mucha gente suele autorrecetarse, ya sea por no invertir en consultas médicas, confiar ciegamente en el dependiente de farmacia o porque cree en sus conocimientos.
Pero hay que tener mucho cuidado al respecto, ya que no siempre se tiene información suficiente sobre las sustancias químicas que contienen los antibióticos, su mecanismo de acción ni sus efectos secundarios. Además, quienes abusan de ellos tienden a sentir cansancio y son sensibles al ataque de otros gérmenes, por ejemplo, hongos, ya que dichos fármacos destruyen la flora que protege al organismo.
Es importante destacar que no por lo anterior a estos medicamentos se les debe poner la etiqueta de malos, sólo hay que tener presente que para que logren su cometido deben ser prescritos por el médico. Ahora bien, es importante tomar en cuenta que también contamos con alternativas naturales que nos pueden ayudar a prevenir y curar diversas enfermedades, una de ellas son los llamados antibióticos naturales, los cuales pueden encontrarse en gran variedad de frutas, hortalizas y plantas.

Totalmente natural

     La Tierra produce a través de diversos procesos naturales en los que intervienen Sol, aire y lluvia infinidad de reinos vegetales que permiten el desarrollo de sustancias que proporcionan inmunidad frente a gérmenes causantes de infecciones. Podría afirmarse que este hallazgo indica que una nueva corriente de salud está llevándonos a redescubrir que otro suministrador de antibióticos son las frutas, plantas y hortalizas, comestibles que además permiten que se obtenga aporte de vitaminas y minerales. Debido a que estos productos son muy abundantes, a continuación le ofrecemos algunos ejemplos.
  • Ajo. Destruye e impide el crecimiento de bacterias y hongos, disminuye los niveles de colesterol y alivia cólicos.
  • Apio. Protege al organismo del ataque de bacterias y hongos, limpia los riñones, desinflama los conductos urinarios y mejora el funcionamiento del hígado.
  • Azucena. Cicatriza, desinfecta, previene de infecciones, estimula la producción de orina y alivia la inflamación.
  • Caléndula. Desinfecta, protege contra infecciones, estimula la sudoración y calma los nervios, así como la eliminación de desechos del hígado, riñones y piel.
  • Cebolla. Previene infecciones bacterianas, disminuye la presión arterial, oxigena al cuerpo y reduce la posibilidad de padecer cáncer, diabetes y ataques cardiacos.
  • Ciruela. Optimiza el metabolismo de los carbohidratos, reduce el estrés, evita el ingreso de bacterias al organismo, refuerza al sistema inmunológico (aquel que nos defiende de infecciones) y favorece la eliminación de líquidos.
  • Eucalipto. Desinfecta, aumenta la resistencia a las infecciones, baja la temperatura corporal, estimula el apetito y detiene hemorragias.
  • Fresa. Protege al sistema inmune, ataca bacterias, alivia trastornos digestivos, estimula el crecimiento de células, fortalece piel y cabello, regenera huesos y sangre, y previene contra el cáncer y arteriosclerosis (pérdida gradual de la elasticidad de las paredes de las arterias).
  • Jitomate. Protege del ataque de hongos, bacterias y parásitos, previene la obstrucción de las arterias, además de favorecer la calidad del sueño y activar la digestión.
  • Kiwi. Estimula la actividad cardiaca, refuerza venas y arterias, previene infecciones y mejora el estado de ánimo.
  • Laurel. Desinfecta, previene infecciones, aumenta la transpiración y facilita la digestión.
  • Limón. Protege de los efectos de la contaminación ambiental, ataca infecciones, fortalece al sistema inmunológico, mejora la producción de ácidos gástricos, tiene efecto tranquilizante, contribuye en el transporte de oxígeno hacia las células del organismo y previene várices y hemorroides.
  • Melón. Ejerce acción revitalizante y rejuvenecedora en huesos, dientes, piel, ojos, uñas y cabello, protege del ataque de bacterias y virus, desintoxica los tejidos del cuerpo, neutraliza los efectos de triglicéridos (tipo de grasa que predispone a padecer enfermedades cardiovasculares) y colesterol (compuesto graso que se adhiere a las arterias) y activa hormonas sexuales.
  • Naranja. Previene infecciones como gripe y resfriados, reduce el estrés, ayuda a adelgazar y mantiene la salud de piel y cabello.
  • Piña. Ataca bacterias y lombrices intestinales, descongestiona al páncreas, reduce la inflamación y alivia el mareo.
  • Rábano. Mata bacterias y hongos, previene diarrea y ayuda a combatir el cáncer.
  • Zanahoria. Protege de infecciones, mejora la agudeza visual e incrementa la formación de esperma.