RESFRIADOS

El resfriado es una de las enfermedades más comúnes que ataca con mayor
fuerza durante los meses de otoño e invierno. Cada año, en invierno,
el número de casos de infección a las vías respiratorias es
elevado, siendo los más afectados los niños.

Sin embargo, nadie está libre de coger una gripe o un resfriado porque
existen más de 200 virus diferentes que viajan por el aire que respiramos.
Estos agentes infecciosos son frecuentemente lanzados a través de los
estornudos o la tos de personas que padecen esta enfermedad.
Y si nuestro sistema inmunitario es débil, seremos presa fácil
de éstos y proclives a contagiar a otros. De esta forma, la enfermedad se
expande si antes no se toma ciertas precauciones como taparse la cara al
estornudar o lavarse las manos frecuentemente, con el fin de prevenir la
enfermedad o, más bien, su transmisión.

Los síntomas más usuales son secreción nasal, estornudos, ojos llorosos,
molestias de garganta, ronquera y tos. También puede presentarse dolores de
cabeza, musculares y fiebre leve.

A pesar de que es inevitable estar expuestos a los refriados, existen
fórmulas caseras y terapias fáciles de hacer que te ayudarán a aliviar los
molestos síntomas que generan.

Tisana de jengibre, limón y miel


Esta fórmula casera contra los resfriados está compuesto por tres elementos
claves que son el kión, el limón y la miel, cuyos resultados son realmente
sorprendentes. El kión ayuda al organismo a eliminar toxinas, despeja las
fosas nasales y es un buen expectorante; y mezclado con la acidez del limón
se convierte en una arma potente contra cualquier mal respiratorio. Mientras
que la miel actúa como un antiséptico de los pulmones y los bronquios,
logrando superar las toses rebeldes, asmas, tosferina, gripe y laringitis.

Preparación:

Para preparar una deliciosa bebida caliente, tome 115 gramos de raíz de
jenjibre fresca y lavada; luego córtela en rojadas. Seguidamente, en un
olla, que no sea de aluminio, ponga el jenjibre y agregue 2 1/2 tazas de
agua. Ralle la piel de un limón y échelo a la cacerola junto con una pizca
de pimienta de cayena. Tape la olla y déjalo que hierva a fuego lento
durante 20 minutos. Cuando la decocción de jengibre ya esté a punto,
retírela del fuego y deje que se enfríe. Luego añada el resto del jugo de
limón. Cuélelo, añada dos cucharadas de miel o las que desee y tómeselo
varias veces al día.







Tisana de Tomillo


El tomillo es famoso por sus propiedades antisépticas y por su valor
terapeútico para curar la tos y los resfriados. Esta planta contiene una
sustancia llamada timol, que es un aceite volátil con fuertes propiedades
antisépticas, antifúngicas y antibacterianas que actúa eficazmente para
fortalecer el sistema inmunólogico. Este remedio natural ayuda a expectorar
y reducir los espasmos bronquiales. También tiene un efecto calórico y
calmante sobre el cuerpo durante la etapa de escalofríos y de sensación de
fiebre que producen las enfermedades bronquiales.

Preparación:

Puedes utilizar tanto las hojas como las flores para preparar una tisana.
Echar una cucharadita de tomillo seco, o el doble del fresco, en una taza de
agua a punto de hervir. Deje reposar las hierbas en el agua durante 10
minutos y después cuélelo. Endúlcelo con miel al gusto, añádale una rodaja
de limón y bébalo caliente. Tome esta tisana tres veces al día entre
comidas.


Vahos de hierbas frescas


Nuestros abuelos conocían de los grandes poderes curativos de las
inhalaciones de vaho. Lo utilizaban con frecuencia para aliviar los
problemas de origen respiratorio, como la tos, los resfriados, la congestión
nasal, dolores y picazón de garganta. Hoy en día, esta técnica sigue vigente
gracias a la gran variedad de cientos de hierbas que existen en la
naturaleza y son adecuadas para este fin.

Procedimiento:

Escoja un puñado de hierbas o de especias entre las siguientes: hojas de
eucalipto, albahaca, hisopo, hojas de enebro y bayas, lavanda, melisa,
menta, romero, salvia, tomillo, pimienta de cayena y canutillos de canela.
Todas ellas tienen un efecto depurador y le ayudarán a despejar las vías
respiratorias. Ponga todo lo seleccionado en un recipiente con 1 1/4 tazas
de agua hirviendo. Cubra su cabeza con una toalla e inclínese sobre la
vasija, sin dejar escapar el vapor que emana de éste. Relájese e inhale el
vapor aromático durante 5 -10 minutos, o el tiempo que requiera.



Terapia con cristales

Una excelente forma para armonizar nuestra aura y sanarnos se logra a través
del empleo de una técnica llamada cristaloterapia que consiste en utilizar
los cristales para aumentar y transformar la energía que nos rodea. Entre
las piedras más utilizadas en esta terapia tenemos la amatista cuyas
propiedades purificadoras y equilibrantes no sólo calma la mente, sino que
también puede acabar con el más fuerte resfriado.

Procedimiento:

Escoja un lugar cálido y tranquilo, asegúrese de que no lo vayan a
interrumpir durante 20 ó 30 minutos. Túmbese en el suelo y relájase, para
lograrlo puede utilizar una música suave. Tome ocho amatistas de casi el
mismo tamaño y espárcelas alrededor del cuerpo. Si éstas estuvieran
cortadas, póngalas de modo que las aristas estén hacia el interior con el
fin de que la energía curativa se diriga hacia su cuerpo. Luego de vuelta de
espaldas y relájese mientras las piedras restauren su aura.

Ponche de naranja y canela

La canela es un potente estimulante de la transpiración ante un fuerte
resfriado, además alivia los dolores y los escalofríos de una gripe. Durante
el invierno, la canela es muy utilizada en los ponches de frutas no sólo por
su delicioso sabor sino porque brinda un efecto calórico que ayuda a
combatir el frío. La canela mezclado con el zumo de naranja son excelentes
para detener las infecciones virales.

Preparación:

Añadir un canutillo de canela a un zumo de naranja recién exprimido. Vierta
agua caliente y endúlcelo con miel al gusto. Este ponche le ayudará también
a combatir la depresión y a prevenir todo tipo de infecciones.
Baño de mostaza para pies

Un baño podal con mostaza es la forma más delicosa de relajarte y
revitalizar todo tu cuerpo. La mostaza tiene un efecto calórico y
estimulante en la circulación, fomenta la transpiración y alivia los dolores
musculares. Por lo tanto, está indicado como un buen remedio para combatir
los resfriados.

Preparación:

Ponga cuatro taza de agua caliente en una tina para lavar pies. Añada una
cucharada de mostaza en polvo al agua y remuévalo bien hasta que se
disuelva. Sumerja los pies en la mezcla mientras aún esté caliente. Relájese
durante 20 a 30 minutos. Sentirá un verdadero relax.

Gargarirmos de Tomillo y de Salvia

Hacer gárgaras es una forma sana de eliminar los gérmenes que se encuentran
alojados en nuestra garganta y en la cavidad bucal. Para aliviar el dolor de
garganta, típico de los resfrios, haga gárgaras con una mezcla de salvia y
tomillo. Ambos actúan como poderosos antisépticos; la salvia, para la boca y
la garganta, y el tomillo para el pecho y los pulmones.
Preparación:
En una jarra ponga un puñado de flores y hojas frescas de salvia, así como
de tomillo. Vierta 1/4 de litro de agua hirviendo, tápelo y déjelo reposar
durante 20 minutos. Cuélelo y agréguele 2 cucharadas de vinagre de sidra y 2
cucharaditas de miel; remueva todo con una cuchara. Guarde la mezcla en una
botella con tapón y manténgala en un lugar fresco. Después haga gárgaras con
esta combinación las veces que requiera.

Té de Saúco

El Sauco es una planta originaria del Perú que goza de increíbles
propiedades para controlar los resfriados. Son ricas en vitaminas A y C por
lo que puede reducir notablemente la duración de la gripe. Además, es un
buen expectorante que ayuda a calmar la tos y el dolor de garganta.
Preparación
Para preparar el té de saúco caliente una taza de agua y ponga una cucharada
de bayas de saúco (frutos), luego deje que repose 10 minutos. Beba una taza
tres veces al día hasta que los síntomas desaparezcan.

Margarita Equinácea

Uno de los remedios para la gripe es la equinácea, una planta de la familia
de las margaritas. Su fama la ha consagrado como una de las principales
hierbas medicinales del mundo gracias a los poderes curativos que tiene
sobre el sistema respiratorio. Científicamente se ha comprobado que la
equinácea es capaz de reforzar el sistema inmunitario activando los glóbulos
blancos, que ayudan a combatir los virus del resfriado. Además inhibe su
propagación.
Preparación:
Para tratar una infección del tracto respiratorio, tomar media cucharadita
de tintura de equinácea ( lo puede conseguir en tiendas naturistas o en
farmacias) en un vaso de agua mineral o zumo de naranja fresco dos o tres
veces al día. Si desea prevenir los resfriados, tome la misma cantidad pero
sólo una vez al día. La equinácea también la encuentras en forma de cápsulas
o tabletas.

Una deliciosa tisana de tilo

El efecto suave y calmante de los capullos de tilo son ideales para tratar
la tos espasmódica e irritante, suaviza la garganta dolorida y favorece la
transpiración mientras baja la fiebre. Su delicioso sabor es indicado para
curar los resfriados de los niños.
Procedimiento:
Para preparar una tisana, use 5 ó 6 capullos frescos o si prefiere de 1 a 3
cucharaditas de flores secas, y agregue una taza de agua casi hirviendo.
Tápelo y déjelo reposar de 5 a 10 minutos. Pero si gusta de una tisana más
suave, déjelo reposar sólo 4 minutos. Añada una rodaja de limón y endúlcelo
con miel al gusto.

Tisana de capuchina

La capuchina es un remedio tradicional que utilizan los indígenas del Perú
para combatir los resfriados, la tos y la gripe. Diversas investigaciones
señalan que las hojas de capuchina contienen un antibiótico natural que es
efectivo contra todo tipo de problemas respiratorios, además resulta un buen
descongestionante y ejerce una acción calórica y estimulante sobre el
cuerpo. También elimina los escorbutos.
Procedimiento:
En una taza de agua a punto de hervir, agregue 2 cucharaditas de hojas
frescas de capuchina trinchadas o una cucharadita de hojas secas, y déjelo
reposar 10 -15 minutos. Luego cuélelo y tómeselo tres veces al día, es muy
efectivo. También puede añadir tres a cinco hojas frescas a una ensalada, le
ayudará a descongestionar el aparato respiratorio.

Zumo de zanahoria, manzana y naranja

El zumo de frutas frescas caseros son muy nutritivos y fáciles de preparar,
además este tipo de preparación no hace que éstas pierdan sus propiedades
energizantes y curativas. Los zumos de la zanahoria, manzana y naranja
contienen vitaminas y minerales esenciales para reforzar el sistema
inmunológico contra las infecciones respiratorias. Asimismo, estas bebidas
son deliciosas, se digieren con facilidad y ayudan a mantener el organismo
limpio y libre de toxinas. Procurar que los zumos de estas frutas constituyan
un alimento cotidiano de tu dieta, sobretodo, durante la etapa invernal.
Preparación:
Lavar tres zanahorias y pelarlas. Luego, lava una manzana y córtala en
cuartos, de la misma forma procede con una naranja. Licuar estas frutas y
sírvelo inmediatamente, ya que pierden sus propiedades si se dejan reposar.

Masajes contra el catarro

Está ampliamente reconocido que el uso del tacto, a través del masaje
corporal, reconforta, alivia la tensión muscular y puede curar muchas
dolencias. El masaje es un excelente canalízador de energías curativas pues
logra activar el sistema inmunológico y ayuda al organismo a eliminar las
toxinas. Los aceites esenciales empleados para hacer masajes también cumplen
una función importante. Por ejemplo, unos masajes en la parte alta de la
espalada y el pecho con la utilización de estos aceites sirve como un
tratamiento eficaz para aliviar los síntomas de una gripe y los resfriados.
Existe una variedad de aceites para curar estas enfermedades respiratorias,
tales como, el del árbol del té, el de hierbabuena, el de lavanda y el de
eucalipto. El de mirra puede ser muy útil para una tos convulsiva, mientras
que una combinación de aceites de sándalo, de niaouli y de limón podría
poner fin a un caso de laringitis. Estos aceites puedes adquirirlos en
tiendas naturistas o centros de masajes corporales.
Procedimiento:
Una vez que haya elegido el aceite esencial, extiéndalo suavemente sobre la
parte superior de la espalda y del pecho y masaje de modo que éste penetre
en la piel. En la espalda, puede utilizar movimientos amplios y en el pecho
lo puede hacer en forma circular con la punta de los dedos. Si no hubiera
alguien que le dé un masaje en la espalda, puede friccionarse los hombros,
ya que el tratamiento otorga los mismo beneficios.

Baños de pies y de manos

Si padeces de un fuerte resfriado o una gripe con fiebre la mejor manera de
paliarlas es con un baño de manos o de pies a base de aceites esenciales
como el jengibre y la nuez moscada, excelentes para tratar los resfriados.
Preparación:
Para realizar este baño, llena un recipiente o una tina grande con dos
tercios de agua caliente. Agregue una gota de aceite esencial de jengibre y
otra de nuez moscada, luego remueva el agua. Ponga las manos en el agua
durante 10 - 15 minutos. El calor del agua dilatará los vasos sanguíneos y
relajará el cuerpo, mientras los acietes se absorben a través de la piel y
llegan a la sangre. Haz el mismo procedimiento con los pies.

Tónico de Pétalos de Rosa

Las hojas y los pétalos de las rosas producen un efecto bastante refrescante
que es muy útil para bajar la fiebre, eliminar el calor y las toxinas del
cuerpo. Además, la acción calmante y astrigente de los pétalos refuerza los
pulmones y alivia los síntomas del resfriado y de la gripe. Para conservar
mejor sus propiedades curativas, mézclelo en un vinagre medicinal como el
sidra.

Preparación:
Colocar en una jarra 50 gr. de pétalos frescos de rosa y añadir 2 1/2 tazas
de vinagre de sidra, ciérrelo bien y déjelo en un lugar cálido durante 10
días. Después de estos días, cuele el líquido y viértalo en un recipiente
precintado y almacénalo en un sitio fresco y oscuro. Utiliza este tónico
para hacer gargarismos y así aliviar el dolor de garganta o se puede tomar 1
cucharadita tres o cuatro veces al día como jarabe. También puede empapar un
pañuelo con algunas gotas de este preparado y aplicarlo en las sienes, te
ayudará a mitigar el dolor de cabeza producido por la fiebre.

Vinagre especial de los cuatro ladrones

Relata una antigua tradición de la Francia medieval que hubo cuatro ladrones
que evitaron contagiarse de una peste que por aquella época atacó a toda esa
población. Los malhechores se libraron de aquel mal tomando un fuerte
vinagre de hierbas tales como la lavanda, laurel, romero, salvia,
hierbabuena, entre otros. Este remedio sirve como un suave antiséptico
porque previene de los resfriados, la gripe y otras enfermedades víricas.
Preparación:
En una jarra ponga una cucharada de cada una de las siguientes hierbas
secas: lavanda, romero, salvia y hierbabuena. Luego , agregar 2 ó 3 hojas de
laurel, 2 cucharaditas de ajenjo seco y una cucharadita de dientes de ajo
seco. También añadir una cucharadita de clavo en polvo y otra de canela
también en polvo. Y llene la jarra con 2 1/2 tazas de vinagre de sidra.
Tápela bien y déjela en un lugar cálido ( una ventana soleada o cerca de un
aparato de calefacción), durante 10 días. Posteriormente, cuele el líquido
por un retal de tela y por papel de cocina y viértalo en un recipiente.
Finalmente, debe envasar el vinagre en una botella esterilizada y con
precinto de seguridad. Tener en cuenta que está contraindicado durante el
embarazo y no lo ingiera durante más de dos semanas seguidas.

Descongestionante nasal con lavanda y de eucalipto

Quizás la congestión nasal sea uno de los peores síntomas que predominan en
un resfriado. Un unguento tradicional a base de lavanda y eucalipto, para la
espalda y el pecho, actúa como un excelente descongestionante, aliviando el
exceso de mucosidad en las fosas nasales y mejorando la respiración.
El eucalipto tiene grandes propiedades antisépticas por eso está indicado
para aliviar las afecciones de garganta y enfermedades bronquiales, también
ayuda a bajar la fiebre. De otro lado, la lavanda también es antiséptica y
antibiótica. Además ayuda a descongestionar, expectorar y es un calmante
efectivo.
Preparación:
Derrita 50 gramos de jalea de petróleo en baño maría. Añádele una cucharada
de espigas secas de lavanda, remuévalo y caliéntalo durante 30 minutos.
Cuélelo con un retazo de muselina y déjelo enfriar. Finalmente, añada 6
gotas de aceite esencial de eucalipto y 4 gotas de aceite esencial de
alcanfor. Vierta la pasta en una jarra y deje que se asiente.
Luego, aplica el unguento con un masaje sobre la garganta, el pecho y la
parte superior de la espalda antes de acostarse, de modo que los aceites
penetren en la piel y puedas inhalar los vapores durante la noche.

Jarabe de miel y de ajo

El ajo ha sido considerado por miles de años el rey de las plantas
medicinales por ser un remedio infalibe para tratar todo tipo de infecciones
tales como la tos, los resfriados y la gripe. Gracias a sus propiedades
antisépticas, antibacterianas y antivíricas, su fama se ha extendido por
todo el mundo. Incluso, antes de que se desarrollaran los antibióticos, el
ajo ya cumplía la función que tienen éstos en la actualidad. Sólo un diente
de ajo común contiene sustancias que equivalen aproximadamente a un quinto
de una dosis normal de penicilina, lo cual lo hace un excelente reforzador y
estimulante del sistema inmunológico. Y para prevenir o aliviar un resfriado
fuerte nada mejor que un jarabe preparado a base de ajo y miel.

Preparación:

Lave y triture una cabeza de ajos (no hace falta que los pele). Póngalos en
una ollita con una taza 1/4 de agua. Llévelo a ebullición, tápelo y déjelo
cocer a fuego lento durante 20 minutos. Luego, añada el jugo de medio limón
y dos cucharadas de miel, y cuézalos a fuego lento 2 ó 3 minutos. Deje que
se enfríe, cuélelo y guárdelo en un bote o en una botella precintada. Tóme
una cucharada tres veces al día hasta lograr superar el resfriado. Puede
guardar el jarabe en el frigorífico durante 2 ó 3 semanas