Remedios caseros para la piel reseca

Aunque haya partes más visibles que otras, hay que mantener todo el cuerpo hidratado. Vamos por partes:
Rostro: es uno de los que más se afecta. Está en contacto directo con el viento y el frío. Por ser una zona de piel tan delicada, es la que más hay que cuidar y proteger.
El agua caliente es lo más dañino para la piel, pero es indispensable durante el invierno. Hay que procurar terminar el baño con agua fría, al menos en la cara.
Para humectar la piel un remedio casero muy efectivo es el que se consigue mezclando yogurt con miel y fresas trituradas. Esta mascarilla puesta sobre el rostro 10 minutos y retirada con agua tibia es excelente para devolver la vitalidad al rostro.
Para lograr que cualquier hidratante, casero o comercial tenga efecto, es recomendable hacer primero una exfoliación. El azucar mezclada con miel es ideal para retirar las células muertas de forma profunda y delicada.
Una mascarilla de aguacate con unas cuantas gotas de aceite de oliva, puesta por 10 minutos, una vez por semana, es también una buena ayuda para la piel reseca.
Todas las mañanas se debe aplicar una crema hidratante. Lo más recomendable es que sea formulada por un dermatólogo, para que sea la adecuada según el tipo de piel. Después de la crema, lo indicado es continuar con un bloqueador solar, porque aunque no parezca el frío y el viento también queman la piel.
Cuerpo: para hidratar el cuerpo, nada mejor que el aceite para bebés. Después del baño, cuando la piel todavía está húmeda, se pueden tomar unas gotas y frotarlas sobre el cuerpo. De todas formas, también son válidos para el cuerpo los trucos del rostro. Las fresas, la miel, el aguacate y el yogurt ayudarán a la humectación de piernas, abdomen y brazos.
Manos: otras de las grandes víctimas de la resequedad. Para ellas lo mejor es el aceite de almendras. Es muy económico y se encuentra en cualquier farmacia. Lo ideal es poner unas gotas en la crema de manos que se utiliza todos los días; la diferencia será increible, las manos lucirán humectadas y rejuvenecidas.
Por último, hidrata de adentro hacia afuera, tomando al menos dos litros de agua a diario, frutas jugosas y vegetales.

Así que a no dejarse ganar por el invierno! Es posible tener una piel sana y humectada todo el año!