Ingredientes:
- Tres patatas
- Dos cucharadas de mostaza
- Un chorro de aceite de oliva
- Un chorro de vinagre
- Una cucharadita de curry
- Una rama de romero
- Sal y pimienta
Lava muy bien las patatas y córtalas en gajos grandes (seis u ocho, de acuerdo a la magnitud del vegetal en cuestión), conservando su piel. Aquí puedes aplicar un truco si te apetece: algunos breves minutos de cocción al vapor o en el microondas para que se ablanden un poco.
Mézclalas en un recipiente con el curry (también puede ser pimentón), el vinagre, el romero en briznas, el aceite de oliva, la mostaza, la sal y la pimienta. Integra bien hasta que queden las patatas bien impregnadas en la marinada.
Lleva todo a una fuente de horno (incluyendo la marinada) y cocina durante unos 30-40 minutos, hasta que las patatas estén bien doradas y cocidas por dentro. Verás que quedan crujientes y con un sabor mucho más especial que cuando las haces de manera tradicional. Además, el toque rústico de su piel les sienta muy bien.